Nuestro ADN contiene un conjunto de instrucciones para construir un ser humano. Estas instrucciones están inscritas en la estructura de la molécula de ADN mediante un código genético. Funciona así:
El ADN está formado por una secuencia larga de unidades más pequeñas unidas entre sí. Hay cuatro tipos básicos de unidades: A, T, G y C. Estas letras representan el tipo de base que lleva cada unidad: adenina, timina, guanina y citosina.
La secuencia de estas bases codifica las instrucciones. Algunas partes de nuestro ADN son centros de control para encender y apagar genes, otras partes no tienen ninguna función y algunas tienen una función que todavía no comprendemos. Otras partes de nuestro ADN son genes que llevan instrucciones para fabricar proteínas, que son largas cadenas de aminoácidos. Estas proteínas ayudan a construir un organismo.
El ADN que codifica las porteínas puede dividirse en codones, grupos de tres bases que especifican un aminoácido o señalan el final de la proteína. Los codones se identifican por las bases que los forman — en el ejemplo de la derecha, GCA, está formado por guanina, citosina y adenina. La maquinaria celular utiliza estas instrucciones para ensamblar una cadena con los aminoácidos correspondientes (un aminoácido por cada tres bases). El aminoácido que corresponde a «GCA» se llama alanina, y hay veinte aminoácidos diferentes que el ser humano sintetiza de esta forma. Los codones de «terminación» indican el final de la proteína recién construida.
La proteína terminada es entonces liberada para realizar su trabajo en la célula.