Si quisieras condensar los 3 500 millones de años de la historia de la vida en la Tierra en un único minuto, tendrías que esperar aproximadamente 50 segundos para que evolucionaran los primeros organismos pluricelulares, otros cuatro segundos para que los vertebrados invadieran la tierra y otros cuatro segundos para que aparecieran las flores — y sólo en los últimos 0,002 segundos aparecería el hombre «moderno».
Los biólogos suelen representar el tiempo en las filogenias dibujando la longitud de las ramas en proporción a la cantidad de tiempo que ha transcurrido desde que surgió ese linaje. Si se dibujara el árbol de la vida así, tendría un tronco larguísimo antes de que llegara a las primeras ramas vegetales y animales.
La filogenia siguiente representa la evolución de los vertebrados — un clado pequeño del árbol de la vida. Las longituds de las ramas se han ajustado para que muestren cuándo se dividieron y se extinguieron los linajes.