El término coevolución se utiliza para describir los casos en los que dos (o más) especies influyen mutuamente en su evolución. Así, por ejemplo, un cambio evolutivo en la morfología de una planta podría afectar a la forma de un herbívoro que come la planta, la cual a su vez podría afectar a la evolución de la planta, la cual podría afectar a la evolución del herbívoro, y así sucesivamente.
Es probable haya coevolución cuando distintas especies tienen interacciones ecológicas cercanas entre sí. Estas relaciones ecológicas incluyen:
- Depredador-presa y parásito-hospedador
- Especies competidoras
- Especies mutualistas
Muchos casos de coevolución se pueden encontrar entre plantas e insectos. Por ejemplo, las plantas y sus polinizadores son tan dependientes unos de otros, y su relación es a veces tan exclusiva, que los biólogos tienen buenas razones para pensar que “los emparejamientos” entre los dos son el resultado de un proceso de coevolución.
Es probable que este sistema sea el producto de la coevolución: las plantas no habrían desarrollado espinas huecas ni poros de néctar si su evolución no se hubiera visto afectada por las hormigas y las hormigas no habrían desarrollado comportamientos de defensa frente a los herbívoros si su evolución no hubiera estado afectada por las plantas.
Learn more about coevolution in context: Biological warfare and the coevolutionary arms race, a case study.