En la mayor parte de las Montañas rocosas, las ardillas rojas son un importante depredador de las semillas del pino torcido. Recolectan las piñas de los árboles y las almacenan durante el invierno. Pero los pinos no están indefensos: las ardillas tienen dificultades con unas piñas anchas y que pesan mucho, pero que tienen pocas semillas. Los piquituertos viven en estos lugares y también comen los piñones, pero las ardillas llegan a ellos primero y las aves no comen tantos piñones como ellas.

Sin embargo, en unos pocos lugares aislados no hay ardillas rojas y los piquituertos son el depredador de piñones más importante del pino torcido. De nuevo, los árboles no están indefensos: los piquituertos encuentran más difícil obtener los piñones de las piñas, que tienen escamas grandes y gruesas. Pero las aves tienen una forma de contraatacar: los piquituertos con picos más fuertes, más cortos y menos curvados son capaces de extraer mejor los piñones de las piñas difíciles.

Estrechas relaciones ecológicas (como la relación presa/depredador descrita arriba) diseñaron el escenario para que ocurriese la coevolución. Pero ¿pasó realmente en este caso? Para averiguarlo, necesitamos evidencias que sugieran que la presa (los árboles) ha evolucionado en respuesta al depredador (las ardillas o las aves) y que el depredador ha evolucionado en respuesta a la presa. Los investigadores Craig Benkman, William Holimon, y Julie Smith se dispusieron a comprobar si sus observaciones confirmaban la hipótesis de la coevolución.

Los científicos predijeron que si era un caso de coevolución deberían observar lo siguiente:

• Diferencias entre las piñas de regiones diferentes

Si los árboles han evolucionado en respuesta a sus depredadores de semillas deberíamos observar diferencias geográficas en las piñas: donde las ardillas eran el principal depredador de semillas, los árboles deberían haber desarrollado defensas más fuertes contra la depredación de las ardillas, y donde las aves eran los mayores depredadores, los árboles habrían desarrollado defensas contra la depredación de las aves. Esta predicción resultó ser cierta. Donde hay ardillas, las piñas son pesadas y con pocas semillas, pero con escamas más finas. Donde solo hay piquituertos, las piñas son más ligeras y con más semillas, pero con escamas más gruesas.

• Las diferencias geográficas entre depredadores debían corresponderse con las diferencias en las presas.